El poder de una buena cantera ejerce un impulso de calidad en todas las categorías de un club, y es que una base sólida es el pilar básico de cualquier estructura. Para Cric Ses Salines, escuela de baloncesto en Ibiza, es así y por ello ponemos especial empeño en potenciar los escalafones inferiores.

Más de treinta años de veteranía hace que un club sepa cómo organizar su estructura y valorar cada equipo que compone su entidad. Es por ello que el Cric Ses Salines, escuela de baloncesto en Ibiza, pone en valor la formación de los jugadores y personas que componen los 22 equipos del club.

En total, 300 jugadores y 47 entrenadores y delegados configuran el personal humano implicado en este proyecto, que tiene como objetivo potenciar las capacidades de los más jóvenes. ¿Cómo? Creando un programa de formación para que los jugadores cadetes y júnior sean delegados de los equipos de los más pequeños y vayan aprendiendo.

Una iniciativa que pensamos que es muy beneficiosa porque «ayuda a hacer club». Los más pequeños luego vienen a los partidos de los mayores para ver jugar a sus entrenadores, pero en realidad queremos poner el acento en la importancia que tienen precisamente los más infantes en el desarrollo del juego de los mayores.

El desarrollo de la cantera, clave para el equipo sénior

Como hemos dicho antes, la cantera es la base de cualquier club, es por ello que buscamos contar con las máximas garantías posibles en vistas de un futuro repleto de éxitos. Dentro de nuestra filosofía de club tiene la misma importancia todos los equipos, pero siempre reforzando el pilar compuesto por los más pequeños.

Actualmente en nuestro club contamos con los siguientes equipos: un conjunto baby con niños de tres años; dos grupos de iniciación; cinco de preminis (un mixto, dos masculinos y dos femeninos), la escuela de L’Urgell (edades iniciación y baby); cuatro equipos de categoría mini (tres masculinos y uno femenino); dos infantiles (masculino y femenino); cuatro cadetes (dos masculinos y dos femeninos); dos juniors (masculino y femenino); y el senior masculino.

Las promesas que salgan de la cantera podrán seguir desarrollando su carrera profesional en casa, en su club, manteniendo la misma filosofía, amigos y compañeros. Conscientes del proyecto que tienen detrás desde el inicio y con la ilusión de seguir aportando y creciendo en el equipo senior. Mientras que el conjunto más veterano se podrá lucrar del talento con el sello de la casa.

La escuela de baloncesto en Ibiza de Cric Ses Salines tiene, ante todo, la premisa de hacer disfrutar a todos sus componentes del deporte que más aman: el baloncesto.

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